martes, 16 de febrero de 2010

Facto Delafé y las Flores Azules


“Más fácil es escribir cuando uno está triste y es más fácil hacer música oscura que luminosa”.

Para los que reniegan con la música que no pueden cambiar. O sea, para la música de los micros, la de los restaurantes del centro de Lima, la de los bares que no tienen rockola y, en general, la de las radios locales (excepto unas cuantas, las que no son tan sintonizadas), una opción es la búsqueda de música por internet. Ya sea por foros, recomendaciones, o simplemente por confusión (bajamos un tema creyendo que se trata de un cover, o le damos clic a la primera opción del youtube), algunos tenemos la suerte y dicha de chocarnos con grupos que nos eran desconocidos y pronto se hacen no solo uno de los preferidos, sino uno de esos que quisieras que todo el mundo escuche, hasta el cobrador de tu combi que hace sonar sus monedas en tu cara cada cinco minutos.

Facto Delafé y las Flores Azules llegó por una recomendación. De inmediato las letras, la melodía, los cambios de ritmo, esa mezcla de ritmos me hicieron pensar seriamente en salir de casa, cual señorita quiceañera, y buscar un formulario del club de fans. “Pasan las luces” y “Mar el poder del mar” fueron dos canciones que calaron de inmediato en mi cotidianeidad. Menciono lo cotidiano, no solo porque escuchaba el grupo todos los días en mi inútil vida cuasiburocrática, sino porque las letras cargadas de cadencia hablan de lo habitual, lo de todo los días, pero con un poco más de belleza que puede acompañar muy bien tu masaje matutino tailandés.

No se trata de un grupo dulzón como un turrón bamba. Sino de un trío que mezcla muy bien el hip-hop con otros géneros como el pop, rock, soul, afro, reggae, funk, etc. Pero, como aclaran ellos mismos, no se andan con la nota del reclamo, la brutalidad del sonido o las letras oscuras que acrecientan más tu apreciado letargo presuicida. Sino se trata de algo más optimista, unas letras que narran historias de gente simple que haciendo lo que hace también puede inspirar esa cosa indeterminada llamada belleza.

El grupo nació a principios del año 2000 (o sea, en el transcurso de los 5 primeros años). Los integrantes andaban con su respectivo grupo musical, pero anduvieron haciendo planes para otro proyecto paralelo y crearon este pequeño trío. Marc Barrachina ‘Facto’ (ex-Songstone), Óscar D’aniello ‘Delafé’ (miembro de Mishima) y Helena Miquel ‘Las Flores Azules’ (vocalista de Élena) se unieron para conformar lo que hoy es una de las revelaciones españolas que escala el éxito musical.

Facto Delafé y Las flores Azules nació del ejercicio musical. Desarrollaron su propio estilo a partir del constante ejercicio musical. Escuchando de todo. Así como un escritor se forma leyendo todo lo que cae en sus manos y al final logra hacer una excelente mistura con Gastón Acurio. Así más o menos.

Algunas de sus canciones representativas, aparte de las arriba mencionadas, son “Enero en la playa”, “Soy la Juani”, “Sólo palabras”, “Gigante”, “El indio” y muchas otras que apenas son reconocidas o escuchadas en algún friki sitio de internet peruano. Bueno.

Aunque por ahí les han dicho que su música puede ser catalogada como Hip-pop, los chicos españoles han hecho una mueca inexpresiva y se han rascado la cabeza, diciendo para no quedar mal, que esas etiquetas las pone la prensa y si ese es su trabajo, que le pongan todo lo que quieran, mientras sigan difundiendo sus canciones a toda la gente que busca algo diferente en la actualidad.

Los videos, como el de “Mar el poder del mar”, ha ganado algunos premios, ya sea por su excelente plano secuencia, por su sencillez, o claro, por su propia música que si es acompañada de Susy Días bailando con el Mero Loco, igual, sería buena.

Como quien dice, yo ya cumplí mi parte. Ya les recomendé lo que deseaba, puedo morir tranquilo y no temer a ser rellenado con cangrejos. Espero que la busquen el Youtube y vean que no estaba tan equivocado. Bueno, si te cae bien el cobrador que te da un boleto Escolar cuando le das dos soles, ya sabré cuáles son tus gustos. Dime qué micro tomas y te diré qué música te gusta. Abur.


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